1. Fomente (no cohíba) la expresión oral de sus hijos. Converse frecuentemente con sus hijos.
2. Hable con su hijo de acuerdo al nivel de la edad del niño o al nivel de sus actuales posibilidades. Hable claro, pronuncie bien, construya bien las oraciones, pero el contenido debe estar al alcance de su hijo.
3. No se adelante a hablar por su hijo, déjelo hablar, aunque le parezca que se demora en hacerlo. No lo "corte".
4. Si comete errores de pronunciación , de vocabulario o de construcción, nunca lo corrija feamente. Dele el modelo correcto y anímelo a usarlo.
5. Cuando hable con su hijo no le haga preguntas que puedan contestarse con si o no, ayúdelo a explicarse y expresarse de manera completa.
6. Cada vez que lo vea esforzándose por hablar más y mejor, refuércelo reconociéndoselo.
7. También alabe sus esfuerzos por usar un lenguaje con intención social, como cuando saluda, hace preguntas, pide explicaciones.
8. Si observa limitaciones en el lenguaje de su hijo, sea en vocabulario, en pronunciación , en comprensión o en su manera de expresarse, no se angustie , pero consulte con un especialista en lenguaje.
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